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5+1 MITOS DEL DOBLAJE

1. A diferencia del resto de ramas artísticas, el doblaje desvirtúa la obra original.

El doblaje es una convención para hacer llegar obras audiovisuales a un público que no habla el idioma original de la misma. Por ello, y como toda adaptación, ha de hacerse respetando con la mayor fidelidad posible el original.

Sin embargo, no sería justo hacer una crítica destructiva contra el doblaje como un engaño por su esencia adaptativa ya que todas las ramas interpretativas requieren de adaptación de una obra previa original en la mayoría de los casos.  El teatro adapta el personaje de una novela desde la interpretación de un actor y las directrices de un director y habría que conocer también la opinión del propio autor de la obra literaria; el autor de la obra adaptó el personaje posiblemente de una persona real en la que se inspiró. La obra cinematográfica se basa en un hecho histórico u otra novela. Así podríamos seguir. Que se haga una mala interpretación o adaptación de Hamlet no es culpa del teatro o el cine, si no que se debe a un conjunto de decisiones y capacidades que no deben cuestionar el arte en general ni su medio tanto como la ejecución de la obra en concreto.  El cine en versión original es muy recomendable para disfrutar de la totalidad de la interpretación de los actores originales de a obra pero no como rechazo del doblaje pues es muy posible que quien hace dicha crítica no lea a Tolstoi en ruso o a Murakami en japonés.

Por tanto, la cuestión es si la adaptación es más o menos certera, no si el doblaje es el problema, de la misma forma que la existencia del cine, el teatro y la literatura no es la causa de una buena o mala adaptación. Por tanto, el argumento de la desvirtuación del original tampoco puede ser achacable al doblaje.

 

2. Fue un invento del franquismo. 

Existe un bulo de que el doblaje fue un invento del franquismo como herramienta de propaganda. Otra asunto es con qué fines se usan las artes en los regímenes totalitarios. 

La primera película doblada al castellano no fue obra española pues se hizo en Francia en 1929 (Rio Rita).

El doblaje comenzó a realizarse en España durante la Segunda República con “Entre la Espada y La Pared” de 1931.

Ni siquiera se inventó en España, si no en EEUU. La invención del doblaje ya como medido de difusión se atribuye a Edwin Hopkins y a Jacob Karol en el año 1928 con la película The Flyer, y es consecuencia de la llegada del cine sonoro en los años 20. 

 

3. Es el culpable del bajo nivel de inglés en España.

Este mito ha venido acompañándonos desde hace mucho tiempo. Si el doblaje fuera el culpable, entonces este problema sería recurrente en todos los países que doblan. Alemania es el país que más películas dobla en el mundo y tiene una buena posición histórica en conocimiento de inglés entre su población. En Rumanía el nivel de inglés deja mucho que desear y no se doblan las películas (se subtitulan y en algunos casos se hace audiodescripcíon).

El nivel de inglés de un país no angloparlante está condicionado los programas de formación oficiales y la inversión en educación, a parte de por otras razonas culturales, y geopolíticas de influencia, entre otras,  en cada región. Y qué decir tiene que el doblaje ha sido una de las grandes herramientas difusoras de cultura.

 

4. España es el único país donde se doblan las películas.

Otra falsedad. Con la llegada del cine sonoro en los años 20 del siglo pasado, no pasó mucho tiempo hasta que se empezaron a doblar las películas para facilitar la difusión a todos los públicos. En Europa, entre los años 20 y 30 empezaron a proliferar con fuerza y en México entró con fuerza a finales de los años 30 por la inversión de Hollywood en el cine Mexicano.

Otros países donde se dobla: Francia, Alemania, Italia, Rusia, Brasil, Japón, latinoamérica, e incluso EEUU está aumentando sus títulos doblados año a año a raíz de las nuevas plataformas digitales bajo demanda.

 

5. Siempre es peor la interpretación doblada que la interpretación original.

Obviamente el original es el original, pero ello no quita que a la hora de evaluar la grabación siempre sea mejor la del original. Si la película original resulta ser una obra maestra, en cuanto a la interpretación del elenco de la película, será más difícil llegar a una interpretación a la altura pero no lo será tanto si se cuenta con buenos/as actores y actrices de doblaje. De hecho, en muchos casos, muchas películas de bajo presupuesto con actores y actrices más que cuestionables interpretativamente hablando mejoran considerablemente con el nivel de los intérpretes del doblaje.

No vamos a dar ejemplos de malas películas originales ni malos doblajes pues consideramos que hay que aprender del error pero no reprender al errado. Pero sí podemos dar un ejemplo de una gran película con un gran trabajo de doblaje que se hizo con un gran grupo de profesionales de la interpretación y mucho cariño y respeto hacia la obra original: El Padrino.

 

El +1 de Aula 51.

Antes de hacer crítica hacia un medio en sí quizás debamos de preguntarnos si la misma está fundamentada, comprobar las fuentes para evitar difundir bulos y crear confusión, y, en caso de estar fundamentada, ver si es un problema de una mala ejecución concreta o de todo un medio.

Criticar el doblaje es como criticar el cine, el teatro, la TV o Internet como medios donde se expresan contenidos de las artes escénicas en vez de hacer una crítica constructiva de si los contenidos son los adecuados y si están bien realizados.

La causa de un buen o mal paso de baile no es de la danza.

 

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